Un poco de Historia.
El código de barras, implementado en EE.UU. en el
año 1975, se ha vuelto imprescindible con el correr de los
años. Es difícil encontrar hoy en día productos
que no posean un código de barras. Esto se debe a que el
código de barras es el método más
económico y confiable de captura de datos. Es parte importante
de nuestra vida cotidiana y por lo tanto puede causarnos graves
problemas si presenta fallas.
El uso del código de barras ha transitado por tres fases
principales.
- Primera fase (1975 a 1990): los códigos de barra fueron
impresos en los productos pero mayoritariamente no leídos o
escaneados. Esta fue una fase importante para el desarrollo de la
industria; etiquetas y embalajes tenían que tener un
código de barras antes de que tuviese sentido para el usuario
invertir en equipos para poder leerlo. Algunos productos adoptaron
los códigos antes que otros.
- Segunda fase (1990-hoy): los códigos de barra son un instrumento
para mejorar la productividad. Sin embargo la mayoría de los
sistemas de back-up (personas) siguen en sus puestos. Un buen ejemplo
de esta segunda fase es el uso de los códigos EAN en los
supermercados, en lo que no es inusual la situación de ver como la
cajera ingresa el código manualmente después de intentar
escanearlo sin éxito. (La cajera representa el "sistema de back-
up".)
- Tercer período: es en el cual estamos ingresando. Los sistemas
de chequeo son totalmente automatizados y el código de barras
se convierte en un factor crítico. Es decir, un sistema de
captura totalmente automatizado requiere códigos 100% legibles, lo
que representa una mejora considerable de la legibilidad con respecto
a hoy en día.
Las condiciones fundamentales para obtener códigos 100% legibles son:
- Diseño: deben respetarse las dimensiones, colores y
demás factores de norma.
Preimpresión: el original del código (Master) debe
ser de calidad certificada, e incluir los factores de
corrección adecuados al sistema de impresión.
- Impresión: debe cuidarse al máximo la calidad de
la misma.
Es cierto que no existe la tecnología de impresión
perfecta, pero los métodos de impresión hoy en
día son muy buenos siempre y cuando se conozcan qué
factores pueden provocar distorsiones (barras demasiado anchas o
finas) y corregirlos mediante los originales adecuados. Pero aunque
se tomen todas las precauciones necesarias para obtener una buena
impresión, es imposible saber si el código de barra es
legible hasta que no se lo haya verificado mediante un equipo
adecuado.
Hoy en día, la certificación ISO9000 es muchas veces un
requerimiento. Obtener y mantener ISO9000 requiere un sistema
competente de acción correctiva. La acción correctiva
se define como la medida que se toma para que un determinado problema
no vuelva a ocurrir más.
¿Qué medida se puede tomar para asegurar una buena lectura
de los códigos de barra?
En aplicaciones de la fase tres o
sistemas de acciones correctivas ISO9000 se implementa un sistema de
escaneado después de la impresión. Esto puede hacerse
con un scanner convencional o con un verificador de códigos de
barras.
Aunque scanners y verificadores sean en apariencia similares,
difieren en muchos aspectos. Los parámetros de un scanner son
el precio y la performance. La performance se refiere a cuán
bueno es el scanner leyendo códigos. Usar un scanner
convencional para verificar códigos es mejor que no
verificarlos, pero esto solamente nos garantiza que el código
de barras tiene una región que es legible para el scanner.
Cuanto mejor sea el scanner, menor garantía se obtiene de que
el código en cuestión sea legible por otros scanners. Y
la calidad de los códigos de barra suele empeorar durante el
transporte y/o almacenaje.
La función de un verificador es predecir en qué
medida un código de barras va a poder ser leído por un
scanner convencional. Hay una cantidad de diferentes métodos e
implementaciones de verificación. Los dos métodos
principales son el tradicional y el sistema ANSI. Las dos
implementaciones principales son la verificación con unidades
portátiles y el método de verificación en
línea. Los verificadores portátiles son típicos
instrumentos de departamentos de calidad y laboratorios. Los
instrumentos para la verificación en línea están
diseñados para ser colocados en la impresora o en una línea de
producción. Se lo puede configurar para detener la impresora o
la línea de producción si se detecta un código
de barras erróneo. Tanto unidades portátiles como
aquellas en línea trabajan con estos dos métodos.
Los típicos parámetros analizados con el
método de verificación convencional son la
desviación del ancho de barras, contraste de impresión,
anchos absolutos de elementos. El más actual método
ANSI es más completo: el objetivo de la verificación
ANSI es predecir en qué medida un scanner incorporando una
configuración óptica particular (largo de onda y
apertura) va a leer un símbolo. El método ANSI analiza
el perfil analógico de reflectancias del código y
calcula una cantidad de parámetros sobre ese perfil. Cada
parámetro esta graduado (A, B, C, D o F) y el grado o la nota
final del símbolo será el grado o nota más bajo
de un parámetro. La nota C o mejor significa que el
código es legible para un scanner convencional.
El método ANSI es el método más comprobado y
confiable. El escaneo múltiple de un código de barras
(recomendado por ANSI) provee un chequeo topográfico del
símbolo, garantizando así que el código sea legible en toda su superficie.
EL ÚNICO MÉTODO DE GARANTIZAR CÓDIGOS DE BARRA QUE CUMPLAN
CON LAS ESPECIFICACIONES REQUERIDAS, ES VERIFICANDO SU CALIDAD.